Internacional.- Argentina vive su segunda huelga general desde que comenzó el mandato del ultraliberal Javier Milei como presidente del país suramericano, el pasado 10 de diciembre.

Tras su alto poder de convocatoria en enero, cuando tuvo lugar la primera huelga general en el país desde mayo de 2019, la Confederación General del Trabajo (CGT), la principal central obrera de Argentina, espera paralizar el país en contra de las reformas estructurales que busca implementar el Ejecutivo.

En esta ocasión, la principal novedad es la paralización del transporte público, que a comienzos de año solo se detuvo a partir de las 19:00 horas (22:00 GMT), cuando se hubo desconcentrado la gran movilización frente al Congreso.

Además de los trabajadores estatales y de la Unión Tranviarios Automotor (UTA), se sumaron la Asociación Bancaria, la Central de Trabajadores de la Argentina (CTA-T), y los empleados de comercio bajo la Federación Argentina de Empleados de Comercio y Servicios (Faecys).

Un paro multisectorial en Argentina

También pararán el transporte aerocomercial y de carga, la banca, el comercio (en su mayoría), la educación y la recolección de residuos. Mientras que el sector sanitario prestará una atención mínima, priorizando cualquier emergencia.

Este es el segundo paro general convocado por la CGT desde que asumió el Gobierno de Milei, el pasado 10 de diciembre de 2023, tras el del 24 de enero.